Belleza es el esplendor de la forma a través de la materia, una cualidad que existe en la naturaleza o en el arte que produce deleite espiritual a quien lo percibe; sensualidad es la facultad que posee un ser humano para seducir a sus semejantes, se aprende no es innata y lo expone mejor cuando existe total armonía con su interior, sentir confianza o sentirse bien con uno mismo es vital.
Por sus definiciones podemos establecer que belleza y sensualidad son afines, se complementan, ambos tienen propósitos parecidos, la belleza cautiva exponiendo sus atributos con su sola presencia mientras la sensualidad embriaga, encanta y hechiza al receptor cuando se difunde. Aunque cada concepto puede exponerse con resultados satisfactorios de manera individual la presencia de ambos juntos resulta sublime.
Si nos cuestionamos que prevalece entre belleza y sensualidad, si es que un concepto tiene privilegio sobre el otro debemos preguntar:
- ¿Quien es bella(o) pero no inspira sensualidad tendrá desventaja frente a quien exponga sensualidad sin ser bella(o)?
No es necesario ser bella(o) para ser sensual pero es imperativo tener belleza si no hay sensualidad, quizás en nuestros días es mas importante ser sensual que bella (o), esta última oración nos hace reflexionar sobre costumbres y actitudes del ser humano, las modas tendencias o costumbres cambian de acuerdo al tiempo o lugar, lo que parece sensual aquí o ahora en otras épocas o lugares pudo ser grotesco, esta situación de relatividad tiene vigencia a perpetuidad y una posición no desmerece ni desacredita la otra, por ejemplo en la antigüedad las pautas de belleza femenina son distintas a las actuales, ahora prevalece el estereotipo de cuerpo delgado a diferencia del pasado que eran mas bien grueso.
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