(Disculpandome por los horrores gramaticales propios de un aprendiz de escribidor)

martes, 4 de diciembre de 2007

Al ritmo del horno

Aunque todavía estamos aprendiendo o afinando el correcto uso del control de temperatura, rendimiento y optimización del consumo de gas, tiempos de cocción por producto, incremento de temperatura de acuerdo a la cantidad de kilos a hornear y el manejo de diferentes insumos; o, como optimizar el acabado de los alimentos, realizar pruebas con nuevos productos o variaciones en los que estamos trabajando, ya podemos afirmar que se inició la gestión productiva y recuperación de la inversión inicial. Luego de algunas pruebas iniciales con pollo, lechón, pizzas y empanadas captamos la mayor aceptación de comensales con el último de los artículos mencionados, después de pequeños ajustes, principalmente vinculados al tamaño y precio final, hemos establecido una pequeña producción diaria que genera trabajo, ingresos y mercado. Aún quedan por usar espacios disponibles en el horno, 2/3 de su capacidad, pensamos en panes, pasteles salados o dulces, soufles, etc. pero estos deberán ser utilizados de acuerdo a las premisas impuestas por nosotros mismos, nada de personal externo, manejo informal y esfuerzo controlado, sin olvidar tampoco la permanente búsqueda de novedades.

El uso del plural en este texto no es gratuito, sin el invalorable apoyo de mi esposa que vende en un "triz" lo que se produce no podría afirmar lo aquí expresado, gracias Mary.

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