Y mientras tanto en Perú

Se consolida una tendencia inflacionaria en el sector alimenticio, productos de la canasta básica de alimentación elaborados por el sector industrial suben hasta 50% su precio final (consumidor), es probable que parte del aumento se deba al incremento de los insumos importados que utiliza esta industria aunque es conocido el hábito especulativo del sector, lo peor es que arrastra en el alza a los artículos que llegan del campo generando una tendencia alcista sin retorno. El gobierno pareciera dormido y hasta copartícipe de este descalabro, el funesto manejo del primer gobierno del Apra asoma y rompe la estabilidad de precios que mantuvimos los últimos quince años, no se toman medidas para frenar o corregir las alzas y el silencio es el sintoma visible de una oscura complicidad o inadmisible falta de eficiencia en el manejo del país.

Los economistas principalmente vinculados a sectores productivos dan escusas o razones incongruentes de los hechos, mencionan que el alza favorece al campo sin aclarar que solo se benefician los agroindustriales, el campesino y pequeño agricultor no recibe mejores precios, es mas, sigue igual o peor que antes. El asunto es claro, un país con un crecimiento anual del 8% del PBI, con altisimas reservas en dólares y tendencia a dolar barato (insumos mas baratos) no tiene porque incrementar precios ni castigar al segmento mas pobre de zonas rurales y urbanas.

Alan García, en vez de fomentar bravatas con otras naciones, entrometerse con otros poderes del estado, amenazar a los médicos del sector salud, coludirse con el empresariado o envanecerse sin medida debería estimular y/o construir infraestructura en toda la nación, mejorar la educación, luchar abiertamente contra la corrupción y redistribuir la riqueza con mas eficiencia y sentido social.