El personaje de Sanem provoca una inmediata conexión con el telespectador, su papel como una joven casi adolescente, ingenua pero muy inteligente, de espíritu vivaz y personalidad arrolladora tiene el rol principal de esta ficción, su belleza, carisma e innata sensualidad facilitan que asuma la función de enganchar y mantener la fidelidad, el apego del televidente. Esta chica brilla en cada una de sus apariciones.
Encontré en YouTube la versión traducida al castellano y desde el capítulo uno quede prendado, con inusual interés y de manera casi fanática fui devorando todos sus capítulos. Tanto me impactó el personaje de Demet que de inmediato reinicie verla por segunda vez, ahora estoy por terminar la misma y podría repetirla sin problema una vez mas. Si bien es una juvenil comedia "rosa" con pinceladas circenses Sanem es quien provoca una adicción insospechada para seguir las aventuras y sinsabores que afronta. La serie aporta una banda sonora inmejorable, escenarios naturales esplendidos, Yaman como coprotagonista tiene una actuación impecable, los personajes secundarios con vida e historias propias, la dirección general y guion de primer nivel, el vestuario, casting, fotografía entre otras virtudes adicionales completan una producción de gran calidad.
Primera oportunidad que me conecto y sigo una serie desde el boom de las novelas brasileras en la década de los años ochentas del siglo pasado. Aunque esto me sucede después de tantos años, la vida siempre puede brindarnos este tipo de nuevas y agradables sorpresas.
En mi caso particular me conmuevo cuando Sanem sufre, me entusiasma verla feliz, anhelo mirar como supera los retos que le plantean sus decisiones, disfruto en demasía su ternura, gestos o ademanes. En pocas palabras me encuentro identificado con ella en cada situación que relata la historia de esta novela.
Las afirmaciones del párrafo anterior me han revelado sensaciones que nunca en mis 76 años había sentido. Durante toda mi existencia tuve un comportamiento frio en situaciones delicadas, poco emotivo al extremo de hacer percibir en terceros indiferencia ante hechos de gravedad, un aspecto personal que no ha tenido cambios desde mi juventud pero ahora se ha transformado de manera extrema. Esta serie me ha servido para entender el complicado estado emocional que atravieso en la actualidad (¿síndrome de Stendhal?). Sentirme vulnerable ante una historia ficticia, sentir bloqueo del habla, nudo de garganta, irrigación fulminante de mi corteza cerebral, espontaneas lagrimas psíquicas positivas o negativas en diferentes secuencias son manifestaciones inequívocas de ansiedad y estrés que hoy soporto. Por un lado celebro experimentar estas novedosas sensaciones de emotividad pero me preocupo no poder superarlas sin apoyo profesional externo. Mi reacción negativa hacia la medicina moderna me impulsa a buscar soluciones autodidactas, ser un individuo de mediados del siglo pasado con negativa percepción del actual manejo sanitario en general dificulta acercarme a los actuales profesionales del sector salud.
Link de 10 horas sobre sucesión de escenas sobre el romance de los protagonistas: https://www.youtube.com/watch?v=Q8k0HGnWK5E