Con bastante frecuencia revolotea sobre mi cabeza una lista personal de acciones o eventos pendientes, durante los momentos de soledad e introspección aparece en forma singular uno que refriega esta consciencia por su incumplimiento e indefinida postergación. Pretextos que van desde coyunturas familiares hasta dificultades de orden financiero o económico han justificado la falta de ejecución sin embargo existen otras razones de carácter particular que más bien giran alrededor de un supuesto temor a lo desconocido, la perdida del confort ya consolidado o la simple excusa de un ocioso sedentarismo, estos adicionales argumentos de manera eventual irrumpen entre mis pensamientos como un reto a superar. Proyectos que pudieron haberse forjado hace algunas decenas de años siguen ahora vigentes, se mantienen sin perder actualidad con renovados juicios de valor o importancia alimentando así la presencia del horizonte aplazado, aún en trámite. Hay otro estimulo, máxima que nutre la ilusión de perseverar sin desmayo ni renuncia:
"Aunque el tiempo se acorta la disponibilidad crece".
Con los menores de mis hijos terminando sus estudios escolares, ya en situación de tomar decisiones propias, iniciar su proceso de independencia o empezar a valerse por si mismos; ante la necesidad de cumplir la íntima intención de ejecutar este proyecto que sigue presente tras varios lustros; por la espectativa de vida o el reducido plazo disponible por el ineludible declive físico; en base a la tortura que puede significar la aceptación de posponer o postergar de forma sistemática proyectos o tal vez, y quizá la mas importante, por la paz, la alimentación espiritual que asimilo y crece cada vez que rozo o transito alrededor del espacio físico donde aspiro llegar
"Aunque el tiempo se acorta la disponibilidad crece".
Con los menores de mis hijos terminando sus estudios escolares, ya en situación de tomar decisiones propias, iniciar su proceso de independencia o empezar a valerse por si mismos; ante la necesidad de cumplir la íntima intención de ejecutar este proyecto que sigue presente tras varios lustros; por la espectativa de vida o el reducido plazo disponible por el ineludible declive físico; en base a la tortura que puede significar la aceptación de posponer o postergar de forma sistemática proyectos o tal vez, y quizá la mas importante, por la paz, la alimentación espiritual que asimilo y crece cada vez que rozo o transito alrededor del espacio físico donde aspiro llegar
Aliento, soporte o apoyo deberían traducir las lineas anteriores; revitalización de intenciones, fomento para retomar la acciones encaminadas en ese sentido y marcar avances concretos.
Visite: www.bicicletasQoa.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario