(Disculpandome por los horrores gramaticales propios de un aprendiz de escribidor)

lunes, 16 de julio de 2007

Karen Dejo, el "nido" y sus demonios.

Esta es definitivamente una percepción parcial y sesgada, me acompaña durante varios años, fue creciendo en el tiempo y está alimentada por una (sana) obsesión insatisfecha, quizás en algo magnificada por las cotidianas e íntimas circunstancias que la rodean. Cada noche, cuando en estricta soledad intento desahogar mis demonios, encontrar las respuestas que puedan esclarecer el desconcierto que acostumbro acarrear o resolver los enigmas que abruman un devaluado alter ego, acudo a mi recinto confidencial, al espacio que tengo reservado en casa para atender lo propio, donde acostumbro examinar mis debilidades y delinear mis propósitos.

Lo llamo "el nido" por su acepción de guarida, aunque en el día es el espacio destinado para reparar, construir o crear lo que exige el hogar y/o mi emprendedor espíritu (lease taller), en la noche se rodea con un halo de misterio y cada segmento adquiere vida propia, mencionemos solo tres de estos para no enredar o saturar al lector. La desvencijada fotografía del incomparable Ayrton Senna en su Mc Laren rojo y blanco, el "poster" con el Toyota Célica de Carlos Sainz en el Rallye de Mil Lagos en Finlandia y la sugerente publicidad de Colt con la esplendida imagen de la escultural Karen Dejo, vedette, actriz cómica y eximia bailarina de nuestra farándula. Cada una de estas menciones tiene un especial valor y representa momentos o vivencias adquiridas en el curso de las últimas décadas.

Es durante las noches, al terminar las habituales labores domesticas que asumí dentro del entorno familiar cuando me traslado con devota perseverancia al "nido", rebusco el escondite asignado e inicio la cotidiana secuencia de masturbación cerebral; si los elementos vinculados al deporte "tuerca" son propios del pasado y refrescan mas bien recuerdos, la imagen de karen proyecta hacia el futuro, recarga mis ilusiones y ayuda a descifrar problemas, encontrar soluciones, sin necesidad de tener relación directa ni conexión explicita con las cuestiones planteadas, esta imagen adquiere la potestad de convertirse en musa de inspiración y clarificar pensamientos en la búsqueda de soluciones. Las espectativas insatisfechas indicadas en el primer párrafo y relacionadas de manera directa con esta bella mujer ocupan otro aspecto aún mas complejo, la implícita sexualidad que transmite Karen es el adalid que recarga mis imaginarias aventuras que luego plasmo en los discretos relatos eróticos que disfruto elaborar.


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