Este blog almacena en sus mensajes el subjetivo punto de vista del autor, viene a ser una especie de bitácora que incluye vivencias directas u otras sin relación con el suscrito pero que por su particularidad le resultan importantes y merecen invocarse. Las limitaciones de nuestro cerebro para guardar detalles o circunstancias que gravitan sobre hechos desarrollados y redactados impulsan a componer el entorno con precisión periodística, así podemos reconocer y refrescar cada tema sin olvidar aspectos que fueron concluyentes para asumir una posición o reflejar un determinado estado de animo. Este párrafo se sintetiza con la siguiente y escueta oración, la memoria es frágil.
Los momentos se pierden en el tiempo, esta es otra realidad que debemos aceptar, los innumerables hechos, ideas o circunstancias que cada momento almacena nuestra memoria obliga a olvidar o relegar lo que por distancia o tiempo de sucedido pierde vigencia. El presente, pasado y futuro es la dimensión del tiempo, el ser humano se ubica en un presente que se vuelve pasado con la misma rapidez que el futuro, apenas se roza, deja de serlo. Si consideramos al pasado como lo que no puede volver ni podemos cambiar y al futuro como algo impredecible debemos circunscribir nuestra existencia al presente, pasado y futuro solo son recuerdos y posibilidades o especulaciones respectivamente. Esta necesidad de estar en el presente nos hace dejar de lado el pasado recordando de el solo lo que nos resulta útil ahora, el resto se guarda y solo por estímulos externos regresa a nuestro presente.
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