Los momentos se pierden en el tiempo, esta es otra realidad que debemos aceptar, los innumerables hechos, ideas o circunstancias que cada momento almacena nuestra memoria obliga a olvidar o relegar lo que por distancia o tiempo de sucedido pierde vigencia. El presente, pasado y futuro es la dimensión del tiempo, el ser humano se ubica en un presente que se vuelve pasado con la misma rapidez que el futuro, apenas se roza, deja de serlo. Si consideramos al pasado como lo que no puede volver ni podemos cambiar y al futuro como algo impredecible debemos circunscribir nuestra existencia al presente, pasado y futuro solo son recuerdos y posibilidades o especulaciones respectivamente. Esta necesidad de estar en el presente nos hace dejar de lado el pasado recordando de el solo lo que nos resulta útil ahora, el resto se guarda y solo por estímulos externos regresa a nuestro presente.
BITÁCORA PARTICULAR, MISCELÁNEA DE ACTUALIDAD CON RECURRENTES RASGOS AUTOBIOGRÁFICOS; DOCUMENTOS SALPICADOS DE COMENTARIOS VERSÁTILES O INFORMALES, DE CRÍTICA SUBJETIVA E ÍNTIMA PERCEPCIÓN.
(Disculpandome por los horrores gramaticales propios de un aprendiz de escribidor)
sábado, 8 de setiembre de 2007
El porqué del tenor periodístico
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