
En estos días explotó una crisis regional de suma gravedad, ocupó la

A raíz del problema expuesto muchos quisieron opinar, la gravedad del tema captó la atención de mayorías y cada quien aprovecho los mecanismos a su alcance para dejar en claro su posición, desde peruanos ilustres como Vargas Llosa hasta desaforados e incultos anónimos no dejaron pasar la oportunidad de plantear sus criterios o desfogar sus complejos, la libertad de expresión y plena disposición de variadas herramientas gráficas o audio visuales facilitan ahora a aplicación de esa prerrogativa y la mayoría no dejó pasar la oportunidad de dejar una huella sobre el tema.
No quiero terminar sin dejar de mencionar que es casi imposible dar una opinión correcta y adecuada, nadie conoce a fondo los problemas que terceros deben resolver, cuales son las consideraciones particulares que deben evaluar y el contexto de sus interacciones con otros protagonistas. Por otro lado los intereses que cada opinante defiende muchas veces supera y posterga sus convicciones morales o principios éticos, es fácil notarlo en gente inculta ya que sus textos plagados de insultos y/o falta de argumentos los desnudan pero cuando se capta en gente calificada e inteligente es lamentable, muchos de ellos aprovechan ser líderes de opinión y orientan sus ideas y puntos de vista hacia aspectos secundarios dejando de lado los verdaderos valores de algún suceso, peor que leer a un inculto es comprender cuando el erudito utiliza su intelecto para desviarnos de la esencia de un tema para llevarnos adonde el considera debemos estar o pensar.
2 comentarios:
el pseudo erudito nos lleva al camino de su conveniencia, por sobre el bien común.
El inculto no tiene camino, no tien un rumbo más allá del intinto de sobrevivir día a día.
Y dónde quedamos?
Quizá alejándonos más de ambas rutas...
Chau.
O sopesando ambas; buen apunte el de seudo erudito.
Saludos.
Publicar un comentario