(Disculpandome por los horrores gramaticales propios de un aprendiz de escribidor)

jueves, 24 de abril de 2008

El templo del Sol

La expresa solicitud de ver cada día las aventuras de Tin Tin fue una de las primeras manifestaciones de gusto personal (palpable) de nuestro hijo Mario, este programa de televisión en dibujos animados transmitido en la década de los noventa por un canal de cable le fascinaba, a pesar de sus escasos dos años y meses de edad sabía que cada día, a media mañana, podía ver las distintas aventuras de Tin tin junto a su fiel perro Milú, su ilusión y expectativa siempre fue compartida por nosotros en razón de la calidad y contenido que ofrecían estos dibujos animados.

Entre las aventuras que se presentaban había una con el nombre "El templo del Sol" que especialmente le gustaba a nuestro niño, en ella se relata el viaje que realizan Tin tin, Milú y el capitán Haddock a Perú en busca del profesor Tornasol, este último había sido raptado por atreverse a usar la pulsera de la momia del Inca Rascar Capac; Tin tin descubre al profesor en el carguero Pachacamac pero no logra liberarlo, nuevas pistas obtenidas en sus investigaciones lo llevan a realizar un largo viaje en compañía de Zorrino, un chico nativo. Recorren juntos nuestro país a través de pueblos de los Andes y parte de la selva hasta llegar al Templo del sol, una pirámide ubicada en medio de la jungla, ahí son tomados prisioneros pero aprovechan un eclipse para elaborar un ardid y escapar liberando también al profesor Tornasol.

Me viene a la memoria este grato recuerdo luego de observar hace algunas semanas por Tv la biografía de Georges Remi (Herge), este dibujante de origen belga nació en Bruselas el año 1907, fue el creador de Tin tin y de una serie de personajes que siempre acompañan al protagonista en sus aventuras. Me llamó especialmente la atención su condición de dibujante autodidacta, sus conflictos por trabajar durante la segunda guerra mundial en su país para un diario que los alemanes controlan y, la perseverancia que tuvo en la vejez para reencontrarse con su antiguo amigo y mentor, el artista chino Tchang Tchong jen, volvieron a reencontrarse en el año 1981 luego de buscarlo por muchos años, algo parecido a lo que relata en las aventuras de Tin tin en el Tibet (El loto azul). El año pasado al cumplirse el centenario de su nacimiento hubo numerosas ceremonias y eventos en todo el mundo, el principal fue organizado por la fundación Herge en el Centro Pompidou de Arte Contemporáneo de París aunque hubo otros mas como el desarrollado en el Museo de la civilización en Quebec con el tema "En Perú con Tin tin".

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