(Disculpandome por los horrores gramaticales propios de un aprendiz de escribidor)

domingo, 20 de julio de 2008

Deficiente administración

Cuando se trata de acopiar halagos o recoger ofrendas ponen la cara, sacan pecho y proclaman a todos los vientos su presencia o participación mientras enarbolan el nombre de su líder; al reves, en cuanto aparecen críticas, yerros o crasos errores, evidente ineficiencia, se deriva la responsabilidad a terceros. La Municipalidad de Lima bajo la batuta del inefable Luis Castañeda tiene una deficiente administración; informalidad; mínimo respeto por los vecinos; excesiva soberbia y flagrante falta de criterio, a continuación dos evidentes ejemplos que pueden graficar lo expuesto.

Hoy mismo, si, ahora esta sucediendo, la realización del desfile escolar por fiestas patrias programado para este día 20 de manera abrupta ayer por la tarde fue suspendido, se clausuró aduciendo una posible saturación del tráfico (palabras textuales del teniente alcalde emitidas a RPP). Este evento de frecuencia anual que presenta una selección de los mejores colegios de la capital, escogidos después de concursos en cada distrito para definir cual se lleva el título provincial se realiza en el campo de Marte sin interrupción desde mediados del siglo pasado, ayer se rompió esa tradición por el absurdo criterio de quienes ahora regentan el municipio de la capital.

Las fuentes del Parque de la Reserva han suspendido la atención al público desde este miércoles que pasó alegando supuestos trabajos de mantenimiento, eso si, ofrecen la reapertura antes de fiestas patrias. Otra patinada sin previo aviso ni consideración con los visitantes; el nulo sentido comercial de quienes administran este centro de esparcimiento o el exceso de arrogancia de las personas responsables por lo visto faculta hacer lo expresado sin avisar o prevenir a quienes tienen intención de acudir a ese lugar; encima de los elevados costos que se debieron gastar en su construcción, está el menosprecio hacia los visitantes; la inmodestia de quienes administran el concejo de Lima pareciera no tener límites. No me explayo con otras "perlas" como los problemas de tránsito generados por la increíble cantidad de roturas de pistas, sin coordinación ni soluciones alternas; las demoras en trabajos vigentes del mismo rubro en otras partes de la ciudad o el escandaloso desacato a resoluciones judiciales en contra del concejo; tampoco al oscuro silencio ante evidentes casos de corrupción, negligencia o hasta abuso contra vecinos. El señor Castañeda solo privilegia su carrera política y por el bien de ella es capaz de cometer el mayor de los desatinos si eso resulta propicio a sus intereses, lamentable y sin solución a la vista.

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