(Disculpandome por los horrores gramaticales propios de un aprendiz de escribidor)

miércoles, 13 de agosto de 2008

Comen pollo y eructan pavo

En estos últimos días el húmedo frío del invierno limeño se hace notar, jardines que amanecen literalmente mojados por el rocío son acompañados por una densa neblina, en el curso de la mañana la bruma se disipa pero el frío atardecer y las caladas noches nuevamente obligan arroparse con generoso abrigo; las personas generalmente asimilan con sobriedad la estación invernal sin embargo a ciertos personajes el acuoso clima pareciera entumecer el ánimo, irritar o hasta pronunciar su amargura. Por lo visto el contexto descrito impulsa a estas personas tener una visión mas severa, crítica o exigente respecto al entorno que los rodea, lo cotidiano es apreciado con cierta intolerancia o, se considera malicioso lo que antes era aceptado con naturalidad; dos ejemplos que ocurren en estos días.

Escuchar, ver y soportar la irascible soberbia (¿exceso de seguridad?) de nuestro presidente es hiriente, durante la inauguración de los juegos olímpicos visita la embajada china, ahí sin razón aparente agrede verbalmente a un periodista (destacado a su entorno) por hacerle una incomoda pregunta respecto a cuestionado funcionario público reubicado por el ejecutivo en puesto clave, los opositores mencionan que para copar y manipular el manejo de organizaciones estatales de ayuda a personas de menores recursos.
La escasa popularidad del mandatario o actual reducción de la misma no la puede digerir, al cumplirse el primer aniversario del terremoto de Pisco visita la zona de desastre, el probable temor de ser abucheado por la población del lugar ante un ineficiente y hasta corrupto programa de reconstrucción le obliga a realizar solo visitas a colegios resguardados por la policía en compañía del ministro del sector, lo peor es que intenta hacer ver que está rodeado por un manto de popularidad, al ser desenmascarado evade o increpa a quienes lo exponen, con astucia desliza comentarios sobre el descontento generalizado como algo natural pero los gestos e ira mal escondida le delatan.

La falsa vanidad del alcalde de Lima llega a niveles de tortura, escuchar sus evasivas o mala crianzas ante diversos cuestionamientos a la gestión edilicia que él ejerce son inaceptables, la desfachatez y arrogancia expuesta (¿será un mal de todos nuestros lideres políticos?) para justificar su punto de vista respecto al conflicto con la Universidad Mayor de San Marcos, la pésima administración de las refacciones viales o el desacato al poder judicial en la confrontación que el Concejo provincial tiene con la empresa Lidercom (encargada de las revisiones técnicas de vehículos) solo sirven para estimular la desobediencia a la autoridad, avalar el chanchullo, promover el desorden y generar caos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El hecho de ir a visitar colegios "solapa", es signo de que no esta bien con él mismo y los sondeos de opinión son un tanto generosos con la realidad del país.

Respecto a las revisiones técnicas, estas son importantes pero hay todo un velo de conflictos que solo hacen desmerecer su función.

Carlos Caillaux dijo...

Deberían verse en un espejo y realizar un examen de conciencia, quizás puedan darse cuenta de sus errores (horrores).

Saludos.