(Disculpandome por los horrores gramaticales propios de un aprendiz de escribidor)

sábado, 23 de enero de 2010

Caribe oriental

Cuando el primer frente frio del nuevo año llega con toda su furia a Florida y el rocio matinal convierte los senderos y jardines del Port Orleans en una dispersa sucesión de escarchas de hielo reposabamos abrigados por gruesos cubrecamas despues de disfrutar durante la noche anterior del esplendido espectaculo La Nouba del Circo du Soleil, un festín para la vista que fue el evento central de la celebración del cumpleaños del suscrito, suceso que coronó, fue la cereza del pastel al terminar nuestra mágica visita al mundo de Disney. Si alguien tiene programado viajar a ese complejo es necesario hacer un esfuerzo adicional e instalarse en un hotel de la cadena, las ventajas y beneficios que se obtienen superan con creces cualquier otra alternativa, no olviden este humilde consejo.

El día amanece con temperatura bajo cero y los huesos sienten la congelada, filosa brisa que invade el estado sureño y por supuesto nuestro hotel; ya preparabamos nuestras maletas esperando con ansias el taxi que nos llevaría hasta Puerto Cañaveral para iniciar la segunda etapa de nuestro periplo. Después de una rápida y necesaria investigación determinamos que más económico era tomar serv¡cio de transporte privado y por nuestra cuenta en vez de solicitarlo al hotel, mientras trasladarnos en Shutle nos costaba aproximadamente 50 "verdes" por cada uno y como parte de un grupo mayor, en el taxi ibamos solos los cuatro por no mas de 130 dólares.

COCOCAY
Todo fue rápido, mucha organización y suficiente personal en tierra facilitaron que alrededor del medio día ya estuvieramos instalados en nuestras cabinas, las dos tienen vista al mar, se encuentran comunicadas, son muy comodas e iluminadas; situadas cerca a la proa del barco, en el Deck two y como todo ese ambiente a cargo de un equipo de cuarteleros (house kipper) de origen hindú. Pasando las cuatro de la tarde partimos, se hizo en caravana con otros dos cruceros, el primero de Disney y otro más de la firma Carnival, hasta pasada la media noche mientras navegamos se les puede vislumbrar en el horizonte de la popa y proa por el derroche de luces que estos enormes barcos encienden. Al amanecer llegamos, ya solos, a Coco Cay, pequeño islote en forma de herradura que es propiedad de la firma RC, cuenta con una larga playa de agua cristalina, arena blanca, vida marina a la vista y refulgente sol, plagada de poltronas en todo su largo y por supuesto con una gran ramada llena de imnumerables mesas para servir comida que el servicio del barco incluye, muchos kioskos ubicados en la zona de embarque ofrecen souvenirs, polos (siempre compre tallas grandes, son vistosos y baratos pero encogen), vestidos, adornos de conchas, llaveros y pulseras; chucherias y recuerdos que vemos al pasar sin mucho interés. Primer día de sol y caminata sobre la arena, también primera oportunidad para ver y conocer a quienes viajan en el barco con nosotros, distinguir a los que compartimos prioridades y/o tenemos gustos similares respecto al mar, sol y playas, hay bastantes norteamericanos y de ellos una cierta cantidad de personas de avanzada edad pero como siempre la juventud prevalece, ofrece sin disimulo, con bastante soltura sus atributos, grupos de jovenes brasileros de ambos sexos y jovenes mujeres con biotipo latino destacan con nitidez, ¿será que nuestros ojos están condicionados para ese perfíl?. Lindos cuerpos, firmes, torneados y provistos de diminutas prendas se confunden con otros un tanto obesos, algo añejos o extremadamente blancos, todos reposan en las impecables butacas dorandose al sol o se refrescan en este casi tibio Mar del Caribe, esplendido día que termina a las cuatro de la tarde cuando todos a bordo nos preparamos para navegar hasta el segundo puerto.

ST. THOMAS
Treinta y seis horas, dos noches y un dia completo para llegar a St. Thomas, isla de 80 km de superficie y perteneciente a USA, mucha vegetación y sinuosos caminos a través de colinas para recorrerla; como puerto libre tiene muchos establecimientos especializados en la venta de brillantes, relojes finos, joyas, objetos de arte o electrónicos de última generación, ya el crucero se encargó durante el trayecto a este lugar de atosigarnos con las posibilidades de compra, las tiendas que ellos recomiendan y garantizan; nuevamente lo hicimos a nuestra manera, salimos caminando a conocer las tiendas ubicadas al lado del puerto y luego conseguimos un taxi para que nos lleve al "downtown", mucha curiosidad y recorrido por las tiendas aunque sin comprar según acuerdo previo. Ya sabiamos que en la bahia Magens está una hermosa playa que como muchas otras en diferentes lugares del planeta son denominadas por los lugareños como la mas linda del mundo, de cualquier manera era bella aunque no tanto como habiamos previsto, segundo día de playa con esplendido sol, ya el bronceado se insinuaba en nuestro cuerpo y sentimos sobre la piel el color y textura de varias horas bajo este caribeño sol, en vista de la corriente fria que azota la región estamos sumamente complacidos por encontrar sol en estas dos primeras escalas. A las cuatro todos a bordo listos para partir.

ST. MAARTEN
Nuevo amanecer, arribamos a St Maarten, isla con dos nacionalidades, la parte norte pertenece a Francia mientras el sur es de los paises bajos, llegamos a Philipsburg capital de la segunda mencionada, es visible su actual crecimiento y desarrollo, construcciones nuevas a lo largo de sus magnificas marinas que están llenas de modernos yates, edificaciones en las playas y, como no, en las colinas también; nuevas pistas, mucha actividad comercial y turistas en todas partes, nos sorprendió encontrar aceptable número de personas que hablaran español. El aeropuerto tiene gran tránsito de avionetas, aviones privados y comerciales, a cada instante suben y llegan a este aeropuerto internacional, el turismo es el "motor" que impulsa el crecimiento de esta Antilla menor y vaya que lo hace.

La cabecera de la pista de aterrizaje se encuentra sobre la playa Maho, otra bella playa de cristalino mar e importante centro de atracción de la isla, de hecho fuimos ahí a pasar otro día de sol y playa, en medio de aviones que llegan y salen pasamos unas horas deliciosas, como las veces anteriores buscamos un taxi que nos llevo y luego volvió a recogernos, después de la playa nos dirigimos al centro para comprar celulares, era el último puerto antes de regresar, los bajos precios en electrónicos no debian desperdiciarse.

REGRESO
Dos días seguidos de navegación para regresar en forma directa hasta el puerto de origen, fue momento de tomar sol durante las mañanas en el piso doce del Fredoom of the Seas, rodeando la pista de trotar cientos de poltronas soportan la gran masa de personas que perfilan o difuminan sus ilusiones, analizan sus inquietudes o simplemente en prolongadas horas de lectura y relax pasan la mañana en medio del imperceptible vaiven del barco y el viento que agita páginas sueltas o blancas toallas, pasan las horas sin apuro ni demora, descanso obligado hasta llegar a nuestro destino y eficiente manera de empezar el día. Aunque el tiempo fue desmejorando mientras nos acercabamos a Miami en ningún momento creo problemas o dificultades a los pasajeros, mas bien fue la novedad que algunos esperabamos para conocer la eficiencia de la nave en este mar ligeramente agitado, el barco ni lo sintió, enorme y poderoso mantuvo su estabilidad sin inmutarse.

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