La gran contradicción del estado entre lo que propugna y norma respecto a derechos de la sociedad esta en el tapete, la nueva ley que está en discusión en el congreso sobre la despenalización de sexo consentido con menores de edad tiene a los congresistas en ambos bandos, hay detractores y aliados, cada cual asume posición pensando mas en los réditos políticos que pueden obtener en vez de tocar el fondo del asunto; la prensa, cuando no, arrastra la opinión publica y lleva la zanahoria que todos perseguimos.
El congresista Rebaza del partido del gobierno (Apra) presenta un proyecto para armonizar lo que acepta el código civil pero es sancionado en el penal, el primero aprueba la unión con menores si es que existe mutuo consentimiento mientras en el código penal se castiga hasta con treinta años de prisión la misma situación, esta flagrante contradicción debe ser corregida cuanto antes pero sin descuidar los detalles o anexos necesarios para evitar el mal uso de la norma.
Las falacias que a cada momento vierten los políticos sobre este asunto, incluyendo al presidente García, solo provocan confusión y mas parece una cortina de humo para distraer y llevar la discusión hacia temas intrascendentes, se habla de falta de discernimiento en la juventud, de incentivo a malas costumbres o atentado contra dogmas de la religión, de inmoralidad y hasta apoyo a pedófilos.
En vano discutimos sobre la libertad que debemos tener para ejercer nuestros derechos o cuanto debe someterse la sociedad y aceptar el tutelaje del estado cuando en realidad simplemente debemos exigir una norma bien estructurada en impecable redaccíón.
El congresista Rebaza del partido del gobierno (Apra) presenta un proyecto para armonizar lo que acepta el código civil pero es sancionado en el penal, el primero aprueba la unión con menores si es que existe mutuo consentimiento mientras en el código penal se castiga hasta con treinta años de prisión la misma situación, esta flagrante contradicción debe ser corregida cuanto antes pero sin descuidar los detalles o anexos necesarios para evitar el mal uso de la norma.
Las falacias que a cada momento vierten los políticos sobre este asunto, incluyendo al presidente García, solo provocan confusión y mas parece una cortina de humo para distraer y llevar la discusión hacia temas intrascendentes, se habla de falta de discernimiento en la juventud, de incentivo a malas costumbres o atentado contra dogmas de la religión, de inmoralidad y hasta apoyo a pedófilos.
En vano discutimos sobre la libertad que debemos tener para ejercer nuestros derechos o cuanto debe someterse la sociedad y aceptar el tutelaje del estado cuando en realidad simplemente debemos exigir una norma bien estructurada en impecable redaccíón.
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