(Disculpandome por los horrores gramaticales propios de un aprendiz de escribidor)

jueves, 9 de agosto de 2007

Vodka

La conexión de las personas con mascotas o animales domésticos es instintiva, se establece de manera innata o hasta genética, desde la niñez uno puede sentir atracción hacia los animales sin entender las razones que impulsan esta cohesión, algunos animales como los perros brindan tanto cariño, lealtad y entrega que se afianzan y enquistan en la siquis del infante o individuo hasta formar parte de su existencia.

Fui, soy y espero ser afín con los animales; durante la niñez tuve mi primera experiencia, teníamos en casa un perro "chusco" mezcla de pastor alemán y raza desconocida llamado "Black", cuidaba la casa y a quien escribe, por lo menos es la sensación que guardo. La relación que establecí con esta mascota fue muy sólida, me ayudo a despojarme de la inseguridad propia de la niñez e interactuar con total solvencia con los otros chicos del barrio, salia de casa a comprar en la bodega junto a Black sintiéndome el niño mas protegido del barrio, las personas me evitaban mientras caminaba (seguro por los ladridos del perro), sentía ser el dueño de la vereda, los chicos del vecindario temían entrar a casa y siempre que iban esperaban que encierren al perro en la azotea , era como un escolta o ángel de la guarda personal, nadie podía acercarse cuando el perro estaba a mi lado. Después de medio siglo aún recuerdo esos hechos. Cuando envejeció lo enviaron a la chacra de un amigo de la familia, la imagen de su partida la tengo grabada, desde la ventana de mi dormitorio observo como subían a la fuerza a este animal en una camioneta, durante varios meses reclame infructuosamente por su regreso.
Después, en la adolescencia tuve un boxer pero no se quedó mucho tiempo en casa, estaba muy incomodo y apenas pudo se escapó.


Mucho tiempo después, casi bordeando los treinta años recibí uno de los mejores regalos de toda mi vida, sin previo aviso el "loco" Benjamín, un apreciado amigo, atendió mi preocupación e interés por una perra Airdale Terrier que tenía en su chacra, el maltrato que recibía de otros perros, el afecto que demostré por ella junto a mi necesidad de contar con un perro guardián lo convencieron y me la regaló, tenía algo mas de cuatro años y la conocía bien, cada fin de semana cuando me trasladaba a Huaral a visitar a este amigo en el fundo donde vivía y trabajaba veía la perra e interactuaba con ella, todos acostumbrábamos caminar por el campo con los perros y siempre me sorprendía su agilidad e inteligencia.
Su nombre fue Vodka y hasta hoy la tengo presente, la foto que observan está pegada en una esquina del espejo de mi clóset, en los años que estuve solo después de divorciarme me acompañó y cumplió el papel de compañera, confidente y miembro familiar.
Apenas la recibí demostró su intelecto, la instalé en la construcción de la casa familiar que ejecutaba en esos momentos, se la encargue al guardián de la obra pero como este señor no podía preparar sus alimentos (la comida granulada aún no se conseguía con facilidad) acudí a un veterinario situado a dos cuadras de distancia para prepararlos, una vez al día debía venir a recoger al animal para llevarla a comer. Solo fue necesario hacerlo una vez, a partir del segundo día, la perra iba sola a la hora convenida, comía y regresaba a la construcción, todos quedaron sorprendidos y yo encantado.
Fue la engreída del barrio y todos los vecinos le tenían afecto, salia por las noches a caminar y a cada momento la saludaban por su nombre y ella respondía con ladridos, me reconocían como el dueño de Vodka, no tenia celos y era muy gracioso. Tuvo varias camadas e incluso me obsequiaron un hermoso macho de su raza.
Muchos años después fallece por una enfermedad pulmonar, aún estaba divorciado y solo. Había en casa una cocinera que rechazaba a la perra, tanto me costó aceptar su muerte que pedí al veterinario realice una autopsia para verificar la razón del deceso, sospechaba de la cocinera. Después llegaron a mi vida otras mascotas pero eso es "harina de otro costal".

2 comentarios:

. dijo...

Hola, vine a saludarte y me sensibilizó este post, la persona que ama a los animales habla mucho de ella.
Yo dedico la mitad de mi vida en defender los derechos a la vida y a la libertad de ellos.
Si eres animalista, te invito a conocer mi otro blog Nuestros animales, en mi blog BohemiaMar lo encontrarás.
Buen fín de semana.

Carlos Caillaux dijo...

Amiga, un placer leer tus lineas y agradecezco tu consideración, una casa amplia junto a la afinidad relatada y compartida por mi familia permiten albergar en ella perros, gatos, peces, palomas, tortugas, pericos australianos, iguana, ...ufff.
Pasaré a conocer tu otro blog.
Saludos.