(Disculpandome por los horrores gramaticales propios de un aprendiz de escribidor)

lunes, 8 de octubre de 2007

40 años II "Che Guevara"

Se cumplen cuarenta años de la muerte de Ernesto Guevara de la Serna, el idealismo que siempre expuso, la humildad y valentía que en forma constante mostró, la búsqueda de justicia así como su determinación o espíritu de transformación social ubican al Che Guevara como uno de los grandes revolucionarios del siglo XX, impregnó su vida de una conducta consecuente y hasta obstinada por alcanzar sus metas, ni sus roces con el poder pudieron cambiar su esencia y solo la muerte pudo silenciar su voz y acción. Para sus detractores ya era tarde, el mito y reverencia que existe hacia él nació desde el momento mismo de su muerte y aún hoy perdura con la misma o mayor vigencia de esos años, sus contemporáneos (nosotros) asimilamos sus vivencias como propias y sirven de aliento para mantener con su espíritu la rebeldía necesaria para intentar encontrar la esquiva justicia social que falta en nuestras sociedades

4 comentarios:

Simón Sajer dijo...

Ese es un concepto demaciado viejo, ahora eso es historia, como lo es el "Che". Te invito a leer mi último post sobre él.
Simón

Carlos Caillaux dijo...

Precisamente, estamos recordando 40 años de su muerte y aunque nos cueste aceptarlo sus ideas aún mantienen validez, la injusticia social es una verdad que no admite discusión. Fue su idealismo, consecuencia en sus actos o perseverancia, entre otras cosas, lo que hicieron grande y perdurable a este hombre.
Simón, gracias por la visita y pasaré a conocer tu blog.

Anónimo dijo...

Pero el che mataba también ¿no?
Supongo que los que lo idolatran aún hoy en dia tienen otra perspectiva de la vida diferente a la mía. Aunque comprendo que los tiempos y las circunstancias de entonces no permitían muchas opciones de defensa y lucha.
A mí el che me daba mucho morbo cuando yo era una jovencita, incluso tengo una anécdota familiar con un poster que colgué en mi habitación.
Te dejo un fuerte abrazo Carlos.

Carlos Caillaux dijo...

La polémica que genera este personaje e ícono de nuestra generación es una clara muestra de su vigencia; es cierto que no debemos celebrar asesinatos en función de causas, por mas nobles que estas sean, pero el entorno y circunstancias que algunas veces se viven explican los hechos o acciones realizadas.