(Disculpandome por los horrores gramaticales propios de un aprendiz de escribidor)

lunes, 5 de noviembre de 2007

Ocobamba y Mesa redonda

En el transcurso de la semana pasada han ocurrido dos graves incidentes en nuestro país, los nombres que aparecen en el titular de este mensaje especifican las ubicaciones donde ocurrieron los hechos y lamentablemente son una nueva muestra de la ineficiencia, desidia e inacción de las autoridades ante sucesos previsibles.

Ocobamba es un pequeño distrito que se ubica en el departamento de Apurímac de la sierra del Perú, tiene una población de 8,000 habitantes y un alto indice de extrema pobreza; ante la presencia de fuerzas policiales en las vías acostumbradas para trasladar droga los traficantes empezaron a utilizar caminos que atraviesan esta población, el teniente PNP Hector Zegarra Bernaola, a cargo de esta dependencia alerto del hecho y solicitó refuerzos sin embargo fueron desoídos sus pedidos y esta es solo la triste consecuencia de la ineptitud del ministerio y ministro a cargo de la seguridad nacional. La madrugada del primero de Noviembre entre 50 y 60 subversivos (¿sicarios?) atacaron la comisaría y liquidaron dentro de ella al oficial, los delincuentes contaban con armamento de calibre pesado a diferencia de los policías que solo llevaban pistolas y fusiles FAL. Además de la falta de previsión mostrada por el gobierno hay que agregar el desaire que las autoridades dieron a los familiares del teniente fallecido, duras expresiones de la hermana contra el presidente García y el ministro del Interior Alva castro fueron vertidas durante el entierro:
- "Condecoran futbolistas y músicos pero quien ofrece la vida por la patria es ignorado, ni siquiera lo acompañan en su entierro"
- "Entierran a mi hermano con una casaca de la policía en vez de vestirle con el uniforme de gala como corresponde a un héroe".

Mesa redonda es el nombre de parte del área colindante al Mercado Central de la capital, agrupa de manera desordenada a comerciantes mayoristas, minoristas y ambulantes, durante las campañas de venta por navidad el flujo de compradores es enorme y las consecuencias de la informalidad reinante ya generó en el año 2001 una tragedia, este año otra vez vuelve a suceder otro siniestro, un incendio de proporciones destruyó una galería comercial por completo, felizmente esta vez sin perdidas de vidas humanas, nuevamente la incompetencia de la Municipalidad de Lima y su alcalde Castañeda son evidentes, es muy fácil decir: "lo que se revisa por la mañana y se encuentra en orden se modifica o quebranta en la tarde" (dicho por el alcalde Castañeda en el lugar de los hechos durante la noche del incendio). Queda claro que este alcalde sin vergüenza tiene pleno conocimiento de los ilícitos que cometen los ocupantes de esas galerías y lo que le falta es coraje para aplicar las normas y ley, lo que corresponde es clausurar, si señor Castañeda, clausurar, o es que ud. piensa en los votos que puede perder en futuros sufragios o, por cálculos sobre su futuro político no le conviene actuar ahora.

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