Sin duda la noticia de índole comercial en la semana, mes y probablemente del año que termina ha sido la venta de la cadena de Autoservicios Wong , algunos lo denominan como fusión y otros alianza estratégica, sea como fuere lo concreto es que los hermanos Wong recibieron 500 millones de dólares americanos y una participación en acciones del conglomerado comprador (escasos 2.5%). Si algo tuvo y aún tiene esta empresa es la identificación como una empresa líder del mercado nacional, su explosivo crecimiento, diversidad de oferta y calidad en su singular servicio personalizado la distinguió y convirtió casi en icono urbano, consiguió demostrarnos que los retos no eran imposibles, que nuestros jóvenes podían aprender y transmitir una filosofía de venta eficiente con una cortesía envidiable y sin pedir nada a cambio (o es que ya olvidaron la sorpresa que nos causaba la negativa a recibir propina cuando nos llevaban los paquetes hasta el automóvil) .
Los multitudinarios corsos de fiestas patrias en el distrito de Miraflores con hermoso final de fuegos artificiales o las espectaculares competencias artísticas internas por el día del trabajo entre empleados de esta empresa eran referentes de una empresa admirada y querida por todos, los consumidores por supuesto retribuyeron este esfuerzo empresarial con la denominada lealtad del consumidor pero, ahora muchos se encuentran desorientados y confundidos ante esta sorpresiva operación comercial, en mi humilde concepto es la consecuencia lógica de la globalización y específicamente la primera secuela por la firma del TLC.
Hoy en RPP pasó algo muy gracioso, Alvarez Rodrich entrevistaba a un experto en Marketing sobre este tema y ante las apreciaciones del invitado semejantes a las mías (escritas al final del párrafo anterior) no encontraba como hacer modificar lo que dijo, volvía a repreguntar y el experto incidía con mas precisión sobre el tema, al final solo quedo aceptar lo dicho por el invitado y tácitamente reconocer que la globalización y TLC no son la panacea total que algunos (seudos) periodistas tratan infructuosamente de hacernos creer.
También existen quienes "crucifican" a los hermanos Wong por vender su negocio sin embargo nadie puede decidir por la propiedad de terceros y menos inducir al engaño, quizás para esos aún estamos en la edad media (medieval).
Los multitudinarios corsos de fiestas patrias en el distrito de Miraflores con hermoso final de fuegos artificiales o las espectaculares competencias artísticas internas por el día del trabajo entre empleados de esta empresa eran referentes de una empresa admirada y querida por todos, los consumidores por supuesto retribuyeron este esfuerzo empresarial con la denominada lealtad del consumidor pero, ahora muchos se encuentran desorientados y confundidos ante esta sorpresiva operación comercial, en mi humilde concepto es la consecuencia lógica de la globalización y específicamente la primera secuela por la firma del TLC.
Hoy en RPP pasó algo muy gracioso, Alvarez Rodrich entrevistaba a un experto en Marketing sobre este tema y ante las apreciaciones del invitado semejantes a las mías (escritas al final del párrafo anterior) no encontraba como hacer modificar lo que dijo, volvía a repreguntar y el experto incidía con mas precisión sobre el tema, al final solo quedo aceptar lo dicho por el invitado y tácitamente reconocer que la globalización y TLC no son la panacea total que algunos (seudos) periodistas tratan infructuosamente de hacernos creer.
También existen quienes "crucifican" a los hermanos Wong por vender su negocio sin embargo nadie puede decidir por la propiedad de terceros y menos inducir al engaño, quizás para esos aún estamos en la edad media (medieval).
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