(Disculpandome por los horrores gramaticales propios de un aprendiz de escribidor)

lunes, 18 de agosto de 2008

Los congresistas

Llegué a este barrio diez años atrás, diferentes razones aglutinaron argumentos para reforzar esta decisión familiar, desde salud y amplitud hasta otras de carácter económico o gusto personal, las facilidades como el precio de venta fueron otro factor que impulsó nuestra mudanza, en verdad el lapso entre la idea y concreción del traslado duró menos de un mes, a mediados de Setiembre del 97 lo pensamos y en la quincena del siguiente mes ya estábamos instalados en nuestra nueva casa, una propiedad de tipo rústico cerrada y sin uso por mas de ocho años a once kilómetros del centro de la ciudad es la alternativa descrita que escogimos. Un hermoso y gran jardín cuidado de manera impecable tenía suficiente encanto o hechizo para convencer al mas escéptico, además la finca contaba con terrazas frente al césped, piscina para niños y adultos, corrales para aves y pozas de peces; ni hablar de las comodidades de la parte habitable, amplios dormitorios, un recibo generoso junto a una equipada cocina, para completar varios cuartos para invitados con baño propio y sin conexión con la parte familiar, garaje para varios vehículos o área techada para otras actividades entre otros espacios.

Habían otros aspectos que fuimos conociendo apenas llegamos, la vecindad compuesta por cuatro granjas dedicadas a la crianza de gallinas ponedoras y una extensa chacra dedicada a cultivar productos de pan llevar facilitaban la presencia de insectos peligrosos como indeseables moscas sin embargo nuestra mayor preocupación se generó por la presencia de un grupo de alcohólicos y drogadictos que aprovechaban la oscuridad nocturna para ingerir junto al muro de la casa las sustancias de su preferencia, con el tiempo y ayuda de las autoridades logramos ahuyentar a los "drogos" pero los borrachines hasta la fecha siguen haciendo de las suyas, para tranquilidad nuestra todos son conocidos miembros de la comunidad y personas mayores que no son delincuentes, en el peor de los casos debemos escuchar sus peroratas o absurdas conversaciones, aquí son conocidos como los congresistas, serenazgo, la policía y vecinos le dan esa denominación por la singular semejanza que estos individuos tienen con los "padres de la patria", vagos, ociosos, improductivos, mentirosos e irracionales, parecen un calco, hasta ellos mismos (los beodos) se titularizan así.

Ayer domingo salgo a comprar pan para el desayuno, al regresar media hora después encuentro un cadáver a la espalda de mi casa, los vecinos refieren que uno de los congresistas en tremenda "huasca" no encontró mejor lugar para descansar que bajo las ruedas de un camión, lamentablemente el chofer no se percató y al partir lo aplastó, me sorprendió y dudé de esta versión, al rato rectificaron la información, se trataba de otra persona como circunstancia; ya decía yo, estos congresistas son como la yerba mala, resisten plagas y purgas, además siempre se protegen entre ellos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tremendo susto que se habrán llevado Carlos; que te encuentres con una persona muerta cerca a casa.

Por lo que relatas todo hacía suponer que era uno de estos "padres de la patria" pero es que "yerba mala nunca muere". y a veces estas personas aguantan, pero cuando les llega, les llega y con todo.
Seguro le gano el sueño a éste individuo, pero en el lugar inadecuado.

RBC

Carlos Caillaux dijo...

La realidad (vida) es cruda, hasta cruel, en barrios de condición modesta los problemas personales son mas frecuentes, muchas veces en la búsqueda de paliativos muchos cometen excesos irreversibles.

Saludos.