(Disculpandome por los horrores gramaticales propios de un aprendiz de escribidor)

lunes, 25 de agosto de 2008

Triquiñuelas u omisiones

Para superar los defectos, limitaciones o argucias de nuestro par se suelen obviar flagrantes o torpes silencios, dejar pasar evidentes rictus culposos o incrédulas tretas cargadas de ingenuidad o abigarrada elaboración, para no perjudicar la relación o por el bien de la misma a veces debemos esperar, en oportunidades con extrema paciencia y lucida serenidad hasta que la propia coyuntura de la mutua convivencia estimule la confesión o facilite el conocimiento, lo que en el reino animal se denomina sinequia y epifitismo entre varias definiciones mas, en el entorno humano no tiene nombre, simplemente no existe por una deformación cultural elaborada (en realidad destruida) a través del tiempo, si la sinequia es la convivencia de diferentes organismos en un mismo habitat sin hacerse daño y el epifitismo es la vida de una especie sobre otra, nosotros, a pesar de nuestra capacidad de discernir no podemos muchas veces aceptar o comprender nuestras diferencias, generalmente la solución es romper, separar o destruir lo existente.

Leí hace días en poema de Blog sensual ... la vida es breve y merece la pena disfrutarla..., cuanta verdad, sabias lineas que muchos desechan y prefieren despedazar, destrozarse el alma, corazón y vida (como refiere el vals criollo) para padecer, por convicción propia sufrir hasta que el tiempo, distancia o criterio (cuando hay) permita recapacitar, renegar por la negligencia cometida o por el limitado juicio ante la circunstancia vivida y, solo después reencontrar la solución, el camino hacia la armonía, comprensión. No es un asunto trivial pero se consigue, quienes logran hacerlo con plena certidumbre de sus actos se distinguen, son diferentes de las mayorías y de manera definitiva son mas felices.

Cual es el límite, hasta donde debe llegar la equidad, tolerancia o cesión, ante una ruptura como encontrar el nuevo equilibrio, cuando hay un reencuentro cual es el naciente punto de fusión espiritual. Es común la diferencia, la capacidad individual en el dueto no siempre está en similar nivel, hasta pueden alternarse en esa posición pero siempre uno de ellos guía o dirige, controla este contorno o marca la linea divisoria, el margen final. Bueno pues, sobre estos recae la responsabilidad de resolver estas cuestiones, el ocasional líder tiene a su cargo esa gestión; lo digo y suscribo a pesar que a veces debo renegar de mis propios conceptos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Las relaciones humanas son más complejas de lo que pensamos y a todo nivel.
Mucho dependerá de la capacidad de resover estos conflictos sin importar si se es varón o si se es mujer.

Saludoss

Carlos Caillaux dijo...

Es tan importante cuando ambos aportan, cuando la relación se enriquece en base a conceptos plurales.

Saludos.

jenelvi dijo...

no olvidemos la admiración que debe ser recíproca entre ambos.

Carlos Caillaux dijo...

Jenelvi, un elemento que contribuye de manera importante (muy mucho) en la relación,

Saludos.