(Disculpandome por los horrores gramaticales propios de un aprendiz de escribidor)

jueves, 6 de noviembre de 2008

Idiosincracia nacional

Para progresar, desarrollarse o crecer como persona no solo se requiere de una buena educación y especialización, tampoco es suficiente cultivarse o lograr convenientes y oportunos vínculos; de nada vale escoger el rubro, profesión u ocupación en boga o alguna actividad que ofrezca un promisorio futuro, otras veces ni siquiera escoger lo que dicta la conciencia, en nuestro país para llegar a ser exitoso o aspirar a un porvenir de triunfo, en términos contemporáneos, además de procurar algunos o todos los puntos mencionados es fundamental conocer y aceptar las reglas que rigen la sociedad, entenderlas a cabalidad. Es vital saber desenvolverse con quien uno interactúa, ya sea individuo o persona jurídica, mantener total control en cada circunstancia, predominar o saber maniobrar con agudeza y aplicar sin ningún escrúpulo el discutible silogismo "El fin justifica los medios", seguir avanzando sin temor o preocupación de como se hace sino concentrarse en los frutos cosechados.

Es necesario precisar que nuestro país no es diferente al resto del planeta, es mas, puedo asegurar que para sobresalir la gran mayoría de habitantes de La Tierra deben adecuarse al entorno que les rodea, aceptarlo tal como es y aprender a resolver los escollos que aparezcan, prevalece superar aquellos que permiten subsistir, sobrevivir o sostener con relativa comodidad la vida propia y la del núcleo familiar. Quienes se resisten están sentenciados, tarde o temprano serán señalados y marginados, postergados e ignorados o hasta despreciados.

No es nada nuevo, la historia nos enseña que es una particularidad del hombre, parte de su esencia; temor o triunfo, discriminación en potencia; poder o dinero, abuso inherente; meta u objetivo, moral en cuestión. Si algo podemos rescatar es el reciente certificado de defunción del sistema capitalista neo liberal, principal elemento propulsor de esta desbocada actitud del hombre hacia sus semejantes, la crisis mundial que ahora empieza ha permitido desnudar las deficiencias de este corrupto sistema, revitalizar los estados y recuperar en algo el valor del ser humano, esperemos que esta tendencia no retroceda y volvamos a dirigir nuestro destino hacia el mismo abismo.

Esta verborrea aparece y reaparece cada vez que intento resolver asuntos donde se roza o colisiona con entidades del estado, cuando por razones propias necesitamos utilizar sus bienes o servicios, al requerir documentos expedidos por alguna de sus entidades como certificados, registros, permisos, contratos o servicios. Para culminar con éxito un determinado proceso es necesario someterse o coludirse, aceptar y contribuir a denigrar conciencias, bolsillos y personas, es una constante si queremos resolver con brevedad nuestros trámites, dicho con mas certeza, contratiempos.

4 comentarios:

RBC dijo...

Seremos parte de ese círculo si "nos sometemos, aceptamos, coludimos"; luego la queja personal no se hace esperar...y finalmente no resuelve o te devuelve nada. Hace falta más q eso.
Saludoss desde España

Carlos Caillaux dijo...

rbc: Cuando debes regresar una y otra vez, insistir y volver cada vez para siempre recibir respuestas dilatorias o nuevas excusas sin sustento terminas por perder la paciencia o buscar formulas diferentes; tramitadores, aceitadas (ahora que esta de moda el término) o abandono del proceso son algunas consecuencias,

Ahora entiendo lo de volar en tu blog; placer o estudio, trabajo o traslado, por lo visto las amigas están en plan de viajes.

Saludos.

Ultimas Virgenes dijo...

carlitos:
Primera vez que llego a este Blog.
Primero felicitarte.. me gusta
Segundo, estard e acuerdo contigo; en esta sociedad individualista en la que el principal motor que rige las vidas es la idea de éxito, pues el fin justifica los medios porque carecemos de etica en todos los ámbitos sociales, la ética se divorció de toda manifestación personal y ahora nos quedamos con ese gran vacio que incluye lograr el éxito a costa de cualquier cosa. y es que el fracaso es la peor de las etiquetas.

Beso

LACHATA

Carlos Caillaux dijo...

Chata, Gracias por la visita y comentario, es verdad, tremendo reto el que tienen quienes deben quebrar sus valores para surgir así como una condena a los otros que con cinismo lo hacen sin reconocerlo.

Saludos.

Pd. Disculpa mi descuido por no hacerte conocer el blog que ocupa mi mayor atención.