(Disculpandome por los horrores gramaticales propios de un aprendiz de escribidor)

miércoles, 22 de abril de 2009

¿Nuevo perfíl?

A raíz de anhelado y finalmente satisfactorio contrato de compra venta de un bien inmueble de origen personal numerosos cambios y controvertidas circunstancias aparecieron en el entorno familiar, para empezar una creciente angustia se generó entre nosotros al vencerse plazos y no encontrar para los chicos un colegio de acuerdo a la espectativa trazada, los centros educativos disponibles en el distrito escogido para nuestra nueva vivienda solo disponían de limitada infraestructura o adaptaciones que consideramos insatisfactorias, un elevado costo por el servicio educativo que no guarda equidad con la prestación ofertada aumentó nuestro desánimo, lo mencionado junto a la reiterada solicitud de nuestros hijos para seguir en el mismo colegio hizo replantear y desestimar la opción de mudanza, en cortísimo tiempo debimos modificar lo programado y buscar en el mismo barrio donde estuvimos viviendo poco más de diez años una casa en alquiler, con gran suerte y a escasos días de la entrega de la propiedad vendida se pudo resolver este tema sin embargo la atropellada mudanza que sobrevino después incluyó el traslado de una desmedida cantidad de enseres que fueron adquiridos en el curso de varios años, la reducida cantidad de espacio disponible en el nuevo domicilio nos obligó a deshacernos, almacenar o hasta vender de forma apresurada muebles y artículos en buen estado o de cierto valor afectivo.

El súbito bienestar económico también trajo consecuencias en la familia, empezaron a notarse erradas manifestaciones del ego o desmedidas demandas de artículos y/o equipos para el hogar, la austeridad que nos acompañó durante varios años y que fue postergando la adquisición de productos necesarios u obsoletos del hogar nos pasó "factura", tratando de recuperar antiguas comodidades o facilidades empezó una voragine de adquisiciones, muchas de ellas simplemente innecesarias, fue necesario tomar medidas concretas para corregir estos excesivos o exagerados impulsos, tanto de orden material como personal.

La familia y amigos también participaron, en países que se encuentran en proceso de desarrollo generalmente uno está vinculado con personas que tienen problemas de orden económico, con errónea apreciación algunos pocos de ellos nos solicitaron ayuda financiera o monetaria para resolver sus dificultades; fue necesario actuar con agudeza, mucho tacto y sutileza para negarnos sin herir suceptibilidad alguna, algo complicado pero que hasta ahora nos funciona.

Es necesario mantener un perfíl bajo, corroborar nuestro habitual comportamiento y gozar de todas las ventajas que brinda esta característica; vincularse con todo tipo de personas; interactuar sin dificultad con personas de diversas clases sociales; transitar por cualquier clase de barrio sin tropiezos; regir sobre modas o estilos, tendencias y costumbres son solo algunos aspectos a destacar entre muchos más que uno puede aprovechar, la sensación de libertad inherente, el enriquecimiento de la personalidad o conocimiento son otros matices o virtudes que se agregan a las anteriores. En consecuencia, no debemos intentar ser distintos a quienes siempre fuimos, aprovechar la circunstancia para plasmar esa particularidad en nuestros hijos y seguir viendo al mundo desde el ángulo que en la vida forjamos como asumimos.

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