(Disculpandome por los horrores gramaticales propios de un aprendiz de escribidor)

jueves, 30 de julio de 2009

Terrorismo del siglo XXI

España acaba de soportar duros atentados de la banda terrorista ETA (Euskadi Ta Askatasuna, Patria Vasca y Libertad), la supuesta celebración de estos criminales por el medio siglo de existencia buscó teñir de rojo la península ibérica, ejecutar una cruel secuencia de matanzas, un malvado, perverso riego de sangre de sus propios coterráneos que por cierto fracasó.


Quienes sufrimos aquí en Perú durante la década de los ochenta e inicios de los noventa la barbarie que realizó sendero luminoso, quienes esos años tuvimos prole y debimos resignarnos a criarlos bajo un manto de terror; aceptar que el desarrollo personal de esos jóvenes estuvo marcado por la sangre de compatriotas, por el temor e inseguridad de nacer en un país hostíl, injusto e incapaz de brindar seguridad, respeto e igualdad entre sus habitantes o peor aún, que admitir el endurecimiento o frialdad de todos ellos frente al dolor ajeno, no debemos olvidar lo sucedido.

Todos los miembros de la sociedad tenemos la obligación de ofrecer, desde nuestra particular arista, el mayor esfuerzo para que lo referido no se repita así como sobreponernos y enjuiciar las voces que intentan pasar la página o minimizar lo sucedido. Nada ni nadie cambiara los hechos, menos modificará el daño realizado; ese "cuento" del perdón y reconciliación solo es una arenga política, una pose de ciertos intelectuales para satisfacer egos de ciertos personajes y presumo de escasas, escasísimas víctimas, nada podrá variar la percepción personal y carga emocional de quienes sufrimos las consecuencias de esos años de terror.

Hoy con un país relativamente pacífico, con grupúsculos subversivos alimentados por la propia corrupción e incapacidad del estado debemos agradecer la mano dura del ex gobernante en prisión y de su convicción para destruir esas lacras; hoy estaríamos como España, orgullosos de nuestra democracia pero lamentando un sin numero de muertes, abrumados por la extrema inseguridad y con la convicción de mantener generaciones en desarrollo con la marca de sangre y muerte a su lado, alrededor de cada nuevo ciudadano español del siglo XXI.

6 comentarios:

RBC dijo...

A pesar de los errores y desaciertos que tuvo Fujimori en el segundo gobierno, hay que reconocer que fue un mandatario que se fajo para combatir a los grupos subversivos enquistados en nuestro territorio. No había otra manera de actuar frente a ellos, habiéndo ya llegado al corazón de la capital.

Ahora España atraviesa con ETA una de las peores dificultades en su historia, un grupo que justamente hoy cumple 50 años de vigencia y donde, a pesar que se dice esta debilitado, no deja de causar el terror periódicamente.
Ardua tarea tienen por delante los españoles, y la sociedad civil también tendrá que comprometerse.

Carlos, lo de Tarata fue un episodio que no se olvidará.

Saludoss

Carlos Caillaux dijo...

RBC, las fotos de la última acción de ETA y de Tarata en el "post" tienen una desagradable similitud, una muestra gráfica del terror que muchos españoles sufren ahora.

Acaba de llegar la noticia de un ataque con muerte en la DINOES en Ayacucho, prueba irrefutable que esa lacra delincuencial sigue operando aquí. ojala las autoridades sepan actuar de acuerdo a las circunstancias, no descuidar sus responsabilidades.

Salud

RBC dijo...

Tienes razón, la similitud es evidente en la fotos.
Cierto es que no esta del todo erradicado este grupo subversivo, lo de Ayacucho es una muestra.
La desatención de nuestras provincias por parte del gobierno hace que estos grupos aprovechen la situación para hacerse notar.

Carlos Caillaux dijo...

Desatención del gobierno con las provincias, desatención para mantener un adecuado abastecimiento de pertrechos para la policía y, desatención de esa misma policía para resguardar con eficiencia sus instalaciones (es el rumor que ahora circula).

Salud

markín dijo...

Aunque en Tacna no se sentía mucho el terrorismo, estaba latente eso que ocurría en el País, sabiendo que muchas cosas se truncaban, que no era posible un correcto desplazamiento, apagones, atentados...
Ciertamente, quedará por recordar el fin del terrorismo de alta escala en Perú, al menos, ese que pudo crecer y quedarse hasta hoy.

Siempre habrá gente dispuesta a oir ideas, a someterse a pensamientos que buscan siempre un fin, más allá de la realidad y el modo de llegar al objetivo.

Ojalá eso, el terrorismo, no se repita en mi Perú.

Carlos Caillaux dijo...

El terrorismo que grupos extremistas desarrollan en los valles de la "coca" cuentan con un estado aletargado y sin respuesta, que ataquen y causen muertes en un cuartel resguardado nos muestra la ineficiencia o incapacidad del estado para proteger la democracia y población civil.

Salud.