(Disculpandome por los horrores gramaticales propios de un aprendiz de escribidor)

lunes, 31 de agosto de 2009

Woodstock

Durante los prolongados años que fuimos acérrimos cinéfilos cada semana desde los jueves (días de cambio) en vermouth y noche, casi de manera infalible, nos deleitábamos espectando las películas de estreno que aparecían en la cartelera limeña, en ordenada secuencia acudíamos, seguíamos los diferentes filmes proyectados en las salas de la capital. Francesas e italianas eran nuestras favoritas aunque no dejamos de ver lo poco de cine español, sueco o alemán que llegaba; el cine americano no era de nuestra preferencia y con cierto desdén lo calificamos como "americanadas". Azul, Tauro, Le París y Colón; Premier, Pacífico, Orrantia o Alcazar; Colina, Colón, Metro y Roma; Lido, Country e Idolo son algunos nombres de cinematógrafos que ahora recuerdo, de ellos algunos pocos sobreviven transformados en multi salas mientras el resto son hoy iglesias de cultos modernos, teatros experimentales, casinos, tiendas o penosamente olvidados edificios en ruinas.

Había pasado mas un año desde la fecha del evento en Bethel, Nueva York; si bien las noticias y música llegaron inmediatamente después del kilometrico concierto la magnitud de identificación, apropiación y culto que los jóvenes de Lima tuvieron con Woodstock se consolidó con la proyección del filme. Sabíamos que no era una producción regular del ámbito "Hollywoodense", venía como un documental que mostraba a los principales artistas que ahí destacaron, como una crónica fílmica de lo que ahí se vivió, un grafico de color, sonido y movimiento con la música que estuvimos escuchando por radio durante ese año, el espacio de tiempo entre el festival y el film.

Apenas se empieza a promocionar la proyección de la película, cuando aparece la sinopsis que anuncia su exhibición en la siguiente semana nos organizamos para acudir en mancha (grupo); pocos cinemas la ofrecieron, el Orrantia fue el escogido por estar dentro del circuito frecuentado, su gran aforo y la facilidad de usar la cazuela a nuestro antojo, aunque la espectativa entre nosotros fue grande la gran cantidad de público que acudió al cine postergó la visión y solo pudimos verla algunos días después de su estreno y sin todos los que inicialmente se "apuntaron"; eran tiempos de bastante relajo, exagerado desorden, de excesos personales que en grupo se potenciaban peligrosamente.

Desde el ingreso al cine la euforia colectiva era palpable, todos jóvenes, amantes de la música, del rock, en gran mayoría partidarios del consumo de cannabis y con una gran espectativa por lo que se conocía del festival; el bullicio antes de la proyección era inusual y el olor de marihuana aparecía en diferentes espacios de la sala, es bueno acotar que en esos años gran parte de la sociedad limeña no conocía aún el olor de la yerba ni percibía con claridad la filiación de muchos jóvenes con ella. La proyección estuvo plagada de bullicio, risotadas y gritos estridentes; persistente humo y olor a "macoña", quizás por eso muchos debimos verla varias veces para captar mejor el contenido de la película y música. Hoy cuando leo referencias de los cuarenta años que cumple Woodstock me viene a la memoria ese viejo, antiguo proverbio popular "Todo tiempo pasado fue mejor"; ¿habría que agregarle signos de interrogación????

4 comentarios:

NoSurrender dijo...

no sé si todo tiempo pasado fue mejor, probablemente no. Pero sí es cierto que nuestro cerebro fabrica recuerdos felices, los manipula y olvida lo malo como mecanismo de supervivencia.

En el Festival de Woodstock llegó a haber hasta medio millón de personas. En cambio, una reciente encuesta realizada en Estados Unidos desveló que 8 millones de personas aseguraron haber estado allí :)

Dios, cómo me hubiera gustado ver a Janis Joplin en ese concierto!

Salud!

Carlos Caillaux dijo...

Dr Lagarto, no maletee (maltrate) mi imaginario de felicidad, son tan ciertas sus lineas que haciendo este "post" surgieron algunos recuerdos con detalles puntuales que luego dudé si solo fueron observados, creativamente imaginados o por cierto, en verdad vividos.

Saludos.

RBC dijo...

wow bastante agua ha corrido bajo el puente desde aquella época.
Joe Cocker siempre lo asocio con ese gran festival.

Carlos Caillaux dijo...

Santana, Cocker, Hendrix, Joplin, Baez, Heaven.... y mas.

RBC, la juventud nos deja pero el espíritu se mantiene.

Saludos.