(Disculpandome por los horrores gramaticales propios de un aprendiz de escribidor)

miércoles, 17 de marzo de 2010

Limonta querida

Preferí salir a las nueve para evitar el caos vehicular de cada mañana, sin mayores problemas avance a través de álgidos cruces conocidos por sus embotellamientos, al recorrer la vía expresa de Javier Prado de este a oeste, con rumbo hacia Miraflores, pude observar un bus malogrado en la vía contraria, detrás del "mastodonte" averiado una camioneta del concejo provincial estacionada con sus lucecitas azules encendidas sobre el techo anuncia el incidente mientras su personal supuestamente se encuentra resolviendo el desperfecto del pesado ómnibus. Sonreí y silbando exhale aire por la boca al evitar el fastidio, la demora que experimentaban en ese momento los conductores que iban hacia La Molina. La obstrucción llegaba hasta el puente sobre el Paseo de la república en la entrada a San Isidro, me aleje con una descortés indiferencia ante el infortunio y malestar de quienes intentaban transitar en sentido contrario al mio.

Al terminar mis gestiones, poco mas de tres horas después del hecho descrito regreso hacia casa mientras musito conmigo mismo sobre el oportuno horario programado para volver. Aunque el zanjón no tiene la fluidez deseada se avanza sin problema, encuentro un bloqueo llegando al puente de Javier Prado pero como debo subir poco antes para dirigirme hacia la vía de evitamiento me libero rápidamente de ese indeseado nudo, el alivio que disfruto hasta ese momento se diluye de inmediato, apenas tomo la avenida con el mismo nombre del puente nos atracamos, a partir de ahí avanzamos de manera intermitente, lentamente, arrancando y parando, recorremos unos pocos metros y nuevamente nos detenemos, carro a carro, cada vez. Entre refunfuños y miradas con otros choferes vamos progresando, cada quien acercándose a su propio destino, una interminable fila de autos se podía ver hacia adelante, era el indicador de cuanto faltaba para salir de ese embrollo.

Un rato mas tarde, a la altura de la avenida San Luis, oh sorpresa (en realidad no tanto) el mismo bus que mas temprano causaba el caos sigue en el mismo lugar, la camioneta del concejo con sus luces probablemente ya agotadas de tanto destellar también, ambos vehículos ahora solos y abandonados son mudos testigos de la desidia, ineficiencia y desverguenza de un municipio que se auto publicita como eficaz, que refriega con exagerada pompa el servicio que dice otorgar a los ciudadanos.

Es que la Municipalidad provincial no cuenta con una grúa para retirar un vehículo malogrado, no cuentan con mecánicos especializados para resolver averías menores; porque este bus que trasgrede normas establecidas al transitar por una vía restringida a vehículos menores no es retirado ni recibe sanción alguna. Cuantas horas hombre de trabajo se pierden por la demora provocada en esa vía; cual es el costo que cada ciudadano asume en forma individual por este incidente. Podríamos seguir con una serie de preguntas y cuestionamientos que no han tenido, tienen y por lo visto tampoco tendrán solución.

Ya es hora que los personajes encargados de las entidades mencionadas trabajen de manera profesional o reciban una calificación negativa (en los votos) por su incapacidad; que la prensa deje esa "sobonería" digitada desde sus direcciones en favor de los personajes encumbrados en las entidades públicas designadas; que el congreso asuma su rol y no permita que legisladores del partido a cargo del municipio se encarguen de cubrir las deficiencias de la gestión municipal.

2 comentarios:

RBC dijo...

Este suplicio o caos vehicular de cada día puede hasta acabar con nuestra "bendita paciencia" y lo que tu señalas Carlos de la ineficacia e ineficiencia de nuestras entidades públicas parece ser ya un mal hábito que se vuelve parte de los personajes que desfilan cada cierto tiempo, llámese autoridades o responsables.
De verdad que Lima crece y crece pero los soportes técnicos y administración municipal no van por el mismo ritmo... en gran porcentaje.

Saludoss

Carlos Caillaux dijo...

Uno de los principales problemas es la ignorancia de la población, una mayoría de votantes es manipulada o (mal) orientada por nuestros medios masivos de comunicación, empresas que siempre resultan amorales, sesgadas o subordinadas. Por ejemplo ahora ya asumieron el control del sentir popular con sus discutibles encuestas que siempre salen a favor del candidato de sus intereses; otro ejemplo es la guerra que Crousillat intenta poner en vitrina para reasumir el control de su ex medio y así retomar protagonismo, intervención en la política nacional, en el reparto de dinero y control del poder. Lamentable pero cierto. SEUO