(Disculpandome por los horrores gramaticales propios de un aprendiz de escribidor)

viernes, 25 de julio de 2008

Incendio en Santa Clara

Para los chicos es el primer día de vacaciones, con ligeras modificaciones por la alusión anterior la rutina diaria repite su monótono guión. Son casi dos de la tarde, me encuentro culminando la preparación del almuerzo, al momento que hierve el agua y empiezo a buscar la bolsa de fideos que acompañará el pesto que ya listo espera en una pequeña olla siento el crujir de ramas secas en una creciente fogata, al levantar la vista puedo ojear por la ventana que da hacia el jardín una gran llama, tiene alrededor de cuatro metros de altura por tres de ancho, nace de la parte exterior del muro perimetral de nuestra casa y está creciendo a cada instante, el cerco vivo de la pared lateral arde sin control, como resorte salgo de la cocina para observar con detalle que sucede, solo confirmo que el fuego avanza desbocado, en ambos sentidos; viejas buganvilias con grueso esqueleto de ramas secas y superficie verdeada ocupan mas de cuarenta metros lineales sobre la pared de la propiedad familiar, el fuego de origen desconocido empieza a quemar las plantas y provoca una llamarada que ahora alcanza seis o siete metros de altura mientras sigue creciendo hacia los lados.

El primer intento de apagar el fuego resulta inútil, la manguera del jardín bota un chorro imperceptible que con dificultad llega a cuenta gotas, salgo para ver desde afuera la situación, ya hay curiosos en las puertas de sus casas, por afuera el tamaño del incendio es mayor, crece a cada momento, se ve inmenso; encuentro a mi ex jardinero y vecino, juntos volvemos a ingresar a la casa, con baldes mojamos las ramas al lado de la construcción, la finalidad es de obstaculizar el avance hasta ahí, el fuego está a unos ocho metros y se acerca con cierta lentitud, el escaso viento de esa hora nos ayuda. Apenas nos dimos cuenta mi señora llamó a serenazgo, la comisaria y bomberos, en menos de cinco minutos ya hay un patrullero, serenos en moto y de a pie, todos colaboran, ayudan con baldes que llenan desde un solo caño, es imposible controlar el incendio, el calor de las llamas provoca ardor en la cara y la limitada cantidad de agua dificulta la labor de todos.

Unos diez minutos después se escucha la sirena de la bomba, en contados segundos llega el camión de bomberos, de inmediato se genera entre todos los presentes involucrados una sensación de alivio que unos segundos antes no había, es mas, la tensión, desasosiego e impotencia ya era notoria por el tamaño del incendio. Los bomberos en tiempo record, menos de diez minutos dominaron el fuego, mas fue la demora que hubo para instalar sus mangueras; su experiencia, serenidad y equipamiento permitió dominen la situación con suma rapidez, eso si, el repase o remoje de las plantas quemadas duró una hora mas, fue necesario sacar agua de la poza de peces con una pequeña moto bomba que la unidad de bomberos trajo con ella y así, desde el interior de la casa terminar su labor.

Incidentes como el sufrido hoy por nuestra familia obligan a reflexionar, la atención de Teofilo (jardinero), serenos y policías fue vital, amenguó el avance del fuego y no desmayaron esfuerzo hasta la llegada de los bomberos, se debe resaltar como agradecer la desinteresada entrega, hasta el comisario, amigo de la casa, apoyó en forma decidida. La compañia 169 de Bomberos hizo una faena ejemplar, la rapidez en llegar permitió no tener que lamentar mayores daños, El Capitán Mauro su ayudante Ralph y el chofer de la unidad se portaron con destacable civismo y mejor voluntad. Gracias a todos ellos, nuestra familia está emocionada por el apoyo que hoy recibimos de todos los nombrados.

Hay veces que pasamos apuros u ocurren hechos que pueden cambiar en un instante nuestra perspectiva de vida, un pequeño incidente puede degenerar o provocar consecuencias de inmanejable orden económico, acentuar o producir daños neurológicos a miembro(s) de la familia o en el peor de los casos hasta generar hechos fatales.

Gracias a Dios hoy podemos dormir en paz y solo con daños menores.

5 comentarios:

Ursula dijo...

Gracias a Dios que los daños sólo fueron materiales y que tú y tu familia están bien.

Ya me imagino el susto, pero qué bueno saber que los bomberos son eficientes.

Un abrazo y feliz 28!

Carlos Caillaux dijo...

Ursula, el aprecio de personas con tus virtudes es gratificante, de parte de toda la familia gracias por la preocupación y feliz 28 tb.
Saludos.

Anónimo dijo...

Hola Carlos, ya tengo cuenta en google como sabes y puedo dejar en adelante algunos comentarios en tu blog.

A propósito de tu texto, nadie esta libre de darse sustos...mientras no pase a mayores tudo bem.
Saludoss :)
RBC

jenelvi dijo...

me alegra mucho saber que están bien.
saluditos.

Carlos Caillaux dijo...

Hola, gracias por la visita; tremendo gusto el de leerte por aquí.

Saludos